Pedro de Cieza de León
Crónica del Perú
Tercera Parte
Edición, prólogo y notas de Francesca Cantù
Pontifica Universidad Católica del Perú
Lima 1987
versión polaca
Capítulo Primero [I]
del descubrimiento del Perú
pp. 5-6
Porque cierto tengo para mí todo este orbe de Yndias —que tan grande es— a sido descubierto en tienpos [de] mucha riqueza, mas si se quisiese tomar por los ofiçiales reales trabajo de ver por los quintos lo que sumava, montaría sólo el tesoro que del Perú a ydo más que todo esotro junto; y no poco más, sino mucho. En España, ochoçientos y veynte dos años antes del naçimiento de Cristo, se lee que se ençendieron los montes Pireneos, que los feniçes y [-5;6-] los de Marçella llevaron muchas naves cargadas de plata y de oro y en el Andaluzía después desto, ovo mucho metal de plata; y así savemos que en Churabón en tienpo [en blanco] ovo tanta plata que no se tenía en quenta; y quando Salomón enriqueçió el tenplo con vasos y riquezas, fue mucho lo que en ello se gastava; y sin todo esto, savemos que en Levante ay tierras ricas de oro y plata, mas ninguna cosa destas se puede ygualar ni comparar con lo del Perú porque, contado lo que ovo en Caxamalca quando [se juntó] el rescate de Atabalipa y lo que después se repartió en Xauxa y en el Cuzco y lo que más se ovo en el reyno es tan gran suma que yo, aunque pudiera, no lo oso afirmar.
versión polaca
pp. 6-7
(…) Y sin esto, que comienço escritura delicada por contar el fin de la guerra de los dos hermanos Guascar y Atabalipa; y cómo treze cristianos lo descubrieron casi milagrosamente y después fueron para lo ganar por la guerra que hallaron travada no más de çiento y sesenta; y cómo después se fueron encadenando las cosas de unas en otras a que en el Perú ovo tantas diçençiones, tantas guerras entre los nuestros y tratadas tan ásperamente y unos con otros con tanta crueldad que se olvide Sila y Mario y los otros tiranos; y los casos que pasaron en este discurso contados, si no oviesen testigos, muchos no serían creydos, tanto que estando en el Perú no ay para qué hablar de Ytalia ni Lonbardía ni otra tierra aunque sea más velicosa, pues lo que a hecho tan poca [-6;7-] jente no se puede conparar sino con ella misma. Con estas mudanças murieron muchos, y muchos que estavan oibi-dados llegaron a ser capitanes y a enriqueçer tanto que algunos tenían más renta uno solo que el mayor señor de España, fuera el Rey
. versión polaca